Terapias Ortodónticas

‘“Aquel, que poseyendo la sabiduría no la comunica a quien no la conoce, no merece saber lo que ignora aquel que no sabe”. Esta frase un poco complicada, es de un humorista del siglo XX llamado Popeck. Trataba de expresar, y esta vez sin ninguna ironía, que todo docente tiene el deber de transmitir la sabiduría, sin ningún tipo de reserva. Es una regla absoluta. La sabiduría adquirida de los viejos maestros es trasmitida en forma fiel t esta destinada a ser obtenida, reformulada y, a menudo, modificada por otras experiencias personales, por la alta profesionalidad cotidiana del trabajo. Así evoluciona la ciencia que trata verdaderamente estar al servicio de la humanidad: y nosotros, antes que nada somos aliados de nuestros pacientes. Debemos enfrentarnos con la realidad cotidiana, sabiendo, de cualquier forma, que la verdad no es inamovible, sino que puede ser modificada y hasta contradicha por las nuevas generaciones, del a que Mauro La Luce es un representante de punta. Son ellos los que han sabido recibir los conocimientos de los maestros y las han afinado, agregando un nuevo anillo a la larga cadena al servicio de la luz pública. Un gran connacional mío, Victor Hugo, decía que “la ciencia es una escalera: un investigador va por encina de otro”. Desde hace muchos años conozco al doctos La luce y aprecio su escrúpulo como médico e investigados, su pasión por la enseñanza. Es por esta razón que estoy convencido que este, su libro, está destinado a formar parte de la obra maravillosa que es la transmisión de la sabiduría.’